martes, 26 de marzo de 2013

Quiero mi reality







A: Mis compañeros de turno noche 
y sus ojos mártires 


"Bacán, bacán..."



En vista de la fiebre virulenta del reality juvenil de equipos, yo también quiero mi formato con finas hierbas: "Batalla", el exitoso show donde "Los tigres rojos" y "Las cobras verdes" se enfrentan en peligrosas e innecesarias pruebas de virilidad y sensualidad.


Los participantes de este reality, fornidos hombres y voluptuosas mujeres con mucho que mostrar y nada que decir, tienen dos programas para emparejarse desde su ingreso. 

De no lograr las gracias de un compañero con el cual besuquearse, llorar, echarse flores, juguetear y repetir "no descarto" hasta el hartazgo, se le invitará a retirase gentilmente con una eliminación. 

Si usted ya pasó esta prueba y es correspondid@, pelee con su otra mitad cada dos días, dejando un día para que otra pareja haga lo mismo y otro para reconciliarse con Mariachi, flores de canje, poemas dictados por la producción y vestidos de la marca auspiciadora. 
Si esta es su décimo cuarta reconciliación, traiga a Noel Schajris, las Wachisueltas, Bebe Malo o al artista que esté de paso por Lima para proclamar su amor en lugar de usted. 

Renuncie en vivo todas las veces que pueda, pero hágalo llorando o pasará desapercibid@ en el "tuira", "feisbut" y otros espacios donde sus desquiciados seguidores vibran con cada beso, cachetada, depilación, convulsión o cambio de sexo que usted sufra.  


Su adiós debe ser definitivo, inquebrantable, implacable y con música incidental de fondo. No se angustie, aguerrido ídolo de barro, usted volverá la semana siguiente con traje de civil y muchos abrazos. 

No se emborrache en Asia ni en el sur chico, al menos no los dos primeros meses del contrato. Recuerde que a usted lo ven niños que no aceptarán sus disculpas sino hasta el año de pantalla, en el que se le perdonará todo salvo maltratar ratas o tarántulas. 

Bese hasta que sus labios le duelan. Puede que el beso no exprese lo que usted siente por quien usted lo siente, pero le garantizará un mes mas de contrato y chamba es chamba, varón.

Si quiere un contrato vitalicio, dese prisa en embarazarse. 

Si usted es hombre y desea pedir perdón o una segunda oportunidad a su pareja, no lo haga de civil, vístase de charro, novio o de Rafaella Caerá. Si todo esto no funciona, quítese el polo, es lo único que realmente importa. 

Si usted es mujer, llore, llore mucho y las veces que haga falta. Pensándolo bien, si no hace falta, hágalo también. Llore porque vamos a ir a corte comercial y descanse los lacrimales hasta volver al aire. 

Si rompe o termina con alguien al final de la primera temporada, asegurara su permanencia en la segunda. Esto es muy importante a tomar en cuenta. 

Las respuestas de su fracaso sentimental pueden ser solo estas: "las cosas no funcionaron", "no voy a hablar de mi vida privada", "nos fuimos por otros caminos", "es una buena amiga", "esta decepción llega gracias al Británico, el inglés que te da poder". 

No tiene que responder las preguntas de cultura general, ya es demasiado pedirle el recordar el nombre del programa.

Recuerde que solo hay dos opciones a seguir: usted esta enamorado o desempleado. 

No diga te amo hasta después del segundo beso o del segundo corte comercial. 

No importa lo que pase, usted es bacán. 

Diga que todo lo anterior sucede con naturalidad, jure que nada es armado. "No, ¿cómo crees?, bien esto eres, oye".




miércoles, 20 de marzo de 2013

Siguiente paradero



MIÉRCOLES / 2:30 PM / Que el cielo me juzgue y la vida me golpee las veces que haga falta. Pegado a la ventana del bus, con esa fibra de vidrio separando nuestras almas, veo como tu bicicleta y tú se pierden en la distancia, mientras mi cuerpo se niega a mover un solo músculo a tu encuentro. Maldigo a mi inercia, a mi paz prefabricada y a mi conciencia que me da la palmadita mediocre de felicitación en la espalda por...¿haber hecho lo correcto?. 






Tentación de Vainilla




Donde quiera que estés, este post es para ti. 
Gracias por reafirmarme que allá afuera 
siempre hay alguien más triste e infeliz que uno
.






Tentación de Vainilla cruza las piernas bajo la mesa y sonríe tímidamente mientras le sirven la entrada light del primer almuerzo que compartimos. Sus ojos son fijos, jamás le baja la mirada a nadie y se divierte intimidado a los demás de esta manera. El único hombre que se la hizo bajar soy yo, tal vez por eso me invito a salir contra todo protocolo. 



Sus 18 primaveras y su rapidez mental de buena Géminis la anticipan a mis argumentos descarnados. El ser directo siempre me ha funcionado en las primeras citas, así como la sinceridad extrema en dosis adecuadas. Sin embargo, no esperaba encontrar a alguien tan o más kami kaze que yo a bordo de las 10E. 



Tus numerosos amantes, tu apertura a experimentarlo todo, tus decepciones sentimentales y tu sabia decisión de no involucrarte con nadie que te baje el sol y la luna me muestran todo lo vivido por ti, que me iguala o me supera en crudeza y expediente. No es un mérito el haber vivido o traginado más, pero tú ostentas las heridas del pasado como si fuesen trofeos de guerra. 



Ubicado en el tiempo y el espacio, me niego a tu primera insinuación de intimidad como postre de este almuerzo. Como buen comensal, disfruto los manjares de la vida, pero no vacío la refrigeradora en el desayuno. 



Pareces tener la firme decisión de quebrar mi ley de negarme al sexo en la primera cita. Mi máxima no se debe a que sea mas o menos animal, lo soy como cualquier hombre del planeta, es solo que agotar todas tus balas en la primera batalla quitan la magia del segundo round, o el tercero, etc. e incluso impide un knock out por exceso de entusiasmo. 



Caminando por el parque y antes de volver a trabajar, decides mandar al diablo la formalidad y me pides explícitamente que te lesione y te ultraje en todos los modos posibles en un sitio privado de mi elección. Si hay que esperar a mi salida, es lo de menos, jamás haz tenido un "no" por respuesta. 

Puede que un "no" sea un arma mas inteligente que las que cientos de hombres antes que yo utilizaron para mendigar un poquito de tu afecto: autos, billeteras y hasta sus cabezas en bandeja a cambio de un poquito de ti. 



Decidido a no caer en tu subasta sexual, te recuerdo que no tengo nada de especial, que soy un mozuelo promedio con igual libido e intenciones que tus anteriores amantes, pero con dos dedos de frente para resistirme a manipulaciones poco efectivas. 



Tentación enloquece, toma mi mano y juega con mi pelo con la misma ansiedad con la que vuelve a bajarme la mirada. Mañana sí, amor mío, flor de un día, de vainilla para ser exactos. Hoy, no.




Knock out, ten por seguro que esta historia continuará...

martes, 12 de marzo de 2013

No me digas





"Puedes llevarte el perro, es lo más cercano 
a la lealtad que conocerás en toda tu vida"



Escribo estas líneas luego de tomarme mi último café contigo en el Haití. No solo no volveré a contestar tus llamadas y no volveré a verte, también me he dado cuenta de que nuestra relación es como la película del Rey León: jamás debió tener secuelas.

No me digas que soy el amor de tu vida, estoy lejos de serlo a dos citas de conocernos. Tu ansiedad me grita que te falta amor y tus ojos me revelan que ya no queda vida.

No me salgas con que soy extraordinario y que no hay nadie como yo, soy solo un veinteañero promedio con ganas de ser recordado por alguien más a parte de su madre.

No me jures que irás a todos mis shows, te dormirás antes de la una de la mañana, hora en que empiezo a cantar.

No me digas que mi vida es divertida e interesante, solo me aferro a lo que amo, pero tú solo amas aferrarte.

No me prometas que no besarás nunca a nadie más, te aporrearía con una Biblia por exceso de ingenuidad. Sin un día esto no funciona, tu resistencia a la cama se medirá con la habilidad de quien venga después que yo con algo de creatividad y algún artículo de Rosatel. 

No exclames que nadie te hace el amor como yo, es probable que digas eso por elevarme el ego, para luego cobrarme los intereses, o porque no lo haz hecho con suficientes personas.

No halagues mi cabello, no hay nada más caótico en todo Lima, ni el Metropolitano.

No satanices a tu ex ni jures en vano, no vaya a ser yo el degenerado e infeliz materia de la próxima conversación cuando esto haya terminado.

"Esto es diferente, vamos a funcionar porque así lo dice el horóscopo". No me digas, no me digas...



miércoles, 6 de marzo de 2013

Primer Día





 A: Cañamero, "esto es quinto, wevona"



El inicio de todo casi siempre es más emocionante que el intermedio o el fin. Los primeros días de clase tienen ese componente agridulce: nervios, útiles nuevos, berrinches histéricos (ya sea en nido, colegio o universidad) y mucho miedo a no hacer las cosas bien.


Confieso que mi ritual de los primeros días de clase, antes de que decidiera anularlos para siempre del segundo ciclo de facultad en adelante, fue siempre igual: levantarte excepcionalmente temprano, desayunar rápido, tratar de no sentirte el nuevo en un mundo de extraños o de no caer en lo pomposo al reencuentro con viejas caras. 


El Vinifan de los cuadernos, el olor de la pasta de los mismos en su primer uso, relucientes todos antes de terminar agrietados y con las puntas arrugadas en el fondo de la mochila. El primer día es eterno y las emociones agotan más que el esfuerzo de lo que cargas: kilos de libros o cajas de crayolas. 


Aunque confieso que era mas divertido el "déjame arreglarte, hijito" que el "ya sal, carajo", esos inicios son nostálgicos porque siempre olvidaré algo, romperé el hielo con alguien o dudaré en donde sentarme, junto a ti no porque me aterras al arrimarte al propósito como diciendo "acá es, acá es".





Perderé la insignia, mataré a mi abuela cuando no haya hecho la tarea, prestaré lapiceros que nunca me devolverán y odiaré tu portaminas, cuya cajita de repuestos jamás volverás a ver después del primer descuido. Y nunca falta quien llega tarde, quien se da cuenta de que se equivocó de aula (o de vida) al final de la clase, quien se siente Dios porque trajo borrador de papa, el que pide prestado papel, lapicero o dinero para hierba en el recreo que luego será "break". 

Haciendo un mea culpa, confieso con remordimiento que fui yo el indeseable kami-kaze que traía su pan con huevo en táper, el cual aprendí a abrir en el patio o a kilómetros del aula para no ocasionar una catástrofe nuclear. Precisamente, fue uno de esos "primeros días" en que decidí cambiar toda esa olorosa proteína por kilos de preservante inofensivo de colores y rico en azúcares.


Lamentablemente, ya no volveré a vivir un primer día, porque mi ritual sagrado desde los 19 fue no salir de la cama y cambiarlos por una jornada de sueño ininterrumpido, por despertar acompañado o por excesos irreproducibles que casi siempre eran consecuencia de lo anterior. 


Que la fuerza acompañe a todos los que van rumbo al patíbulo, a ese monte Gólgota que es el primer día. Lleven siempre un lapicero Pilot indestructible, un caramelo de limón por si no tienen nada que decir y audífonos por si creen que no tienen nada que escuchar. Y por favor, no se cansen de preguntar si habrá examen: siempre hay. 


Si creen que es un error, vayan al baño y no vuelvan. Si tienen hambre, las San Jorge de animalitos te salvarán hasta el recreo. Si lloran, que no los vean. Si son bulleados, entren rapidito. Si son populares, disimúlenlo un poco. Si quieren dormir aún, siéntense al último. Solo vive el comienzo de todo, no habrá otra oportunidad para equivocarte tanto.




martes, 5 de marzo de 2013

El NO más feliz

NO a la huachafería, NO a un día de tu vida perdido. Este es el mejor NO!!!!



Y dicho sea de paso...



sábado, 2 de marzo de 2013

Ay SÍ ay SÍ...¡NO!



Lo dije el 2010, lo vuelvo a postear




NO, señora Villarán, este "NO" dista de ser un acto de simpatía a su gestión. No crea que he olvidado su cara de asco, cual pituca de la revista "Domingo", al verme montado en bicicleta comprando series piratas en el mismo puesto que usted en el mercado de Jesús María. Usted era dueña de la pista, de la vereda, del mercado; mi hermano, yo y todos los ciclistas debíamos desaparecer en ese momento.  






Apoyo a la filosofa social Claudia Abusada al afirmar que este proceso de consulta popular no es más que una reverenda estupidez, invertir millones de soles en cédulas, logística y burocracia barata para soportar un nuevo rostro durante un año...¿y luego qué?, ¿otras elecciones?, ¿otra tortura el fin de semana entrando a trabajar a las 7 AM y saliendo a las 4 AM del día siguiente? NO, NO y con ganas NO. 






Cuatro alcaldes en dos años, 3 elecciones, caos en nombre de "una Lima mejor". NO me vengan con que "deber cívico", ya quisiera Cuba o Venezuela un proceso democrático, somos afortunados en tener elecciones y pa panamericano. La democracia es un derecho, no un privilegio. Mi rol de ciudadano lo cumplo cada 4 años eligiendo un alcalde y cada 5 a un presidente. 




Si te pusiste tu chalina verde para bailar "¿Por quién vamos a votar?" en reggae proselitista y luego aplaudiste cuando negamos a la presidenciable Lulú una oportunidad, ahora asume los contras de esa democracia que tú mismo celebraste.






Mi civismo NO se demuestra aplacando hambres de poder de Marco Tulios Treviños ansiosos de que les devuelvan el favor en la próxima gestión. NO soy mas o menos ciudadano por prestarme a la farsa barata de "una Lima mejorcita" torturándola con consultas populares absurdas, cuyo papeleo concluirá casi al final de la gestión de la poco afortunada señora Villarán, pituca de balcón que mira su Two and a Half Men en DVD pirata comprado a 15 soles en Jesús María (pronúncialo bonito, vago cochinito bicicletero).







Lima merece avanzar a su velocidad y que la dejen tranquila, a ella y a nosotros, que ya suficiente tenemos con olas de violencia y trafico de eterna hora punta. Yo también vivo y padezco a mi ciudad, una buena forma de sufrirla es el vía crucis desde Cercado hasta Miraflores en buses sin paradero que corretean, te cobran lo que quieren, arrancan antes de que pongas los dos pies en el suelo y encima te mentan la madre por diez centavos de diferencia. 







Termino diciendo que NO estoy a favor de la señora que puso a algunos de mis amigos a usar chalinas verdes y a gritar en la calle como si la gente votara por ellos. Pero al menos ella hizo algo por mi/tu avenida Abancay e incluye en sus horizontes una reforma radical del tránsito, algo que no escuchaba desde...algo que no escuchaba.







Votar por el SÍ es meter a mi amada Lima gris en una congeladora, mientras Castañeda pone las manos al calor a la espera de un feliz regreso que las mafias de transportistas celebrarán. ¿Quieres revocatoria?, con tu plata, pues, con la mía NO. 

Archivo

De la selva, su Nutria

La moto acelera por la carretera bajo un sol infernal, más ardiente que la lava, pero no más que sus corazones a mil por hora. M...