miércoles, 27 de enero de 2016

Luna de Santa Teresa


A: Mis ángeles de la guarda, gato y cerdo.

Muy poco qué decir por estos días, mucho en qué pensar y mucho por aprender de ustedes dos. Por lo pronto, "Anywhere" de Evanescence me acompaña en esta noche de luna llena mientras mi hamaca se mece en el patio de una apacible casa de Santa Teresa.

Quienes me conocen de verdad, saben que este tipo de publicaciones no se hicieron para buscar un intrascendente like, sino para abrir el corazón a quienes tantas preguntas me han hecho por estos días.

¿Saben? Me complace saber que en este espacio ficticio mal o bien llamado red social no tengo ni el uno por ciento de todo lo que tengo fuera de ella, ese amor, esos tesoros y esas conversaciones inmortales con gente que se ganó mi corazón limpiamente y que hoy inspira estas líneas.

Dentro de poco será tiempo de volver. Por ahora, la brisa del mar inunda mis pulmones y calma el corazón. Buscaba algo para decir esta noche pero al abrir la boca no salió palabra alguna, probablemente esto siga así por algunos días y yo mismo desconozco hasta cuándo.

Antes de volver a desconectarme indefinidamente, solo me queda agradecer a mi Dios por poner a ustedes dos en mi vida, de las maneras más inverosímiles y hasta impensadas, pero Él siempre tiene sus formas y sus tiempos, aunque muchas veces el hombre en su infinita limitación no lo entienda. Mientras me mantengas con vida, seguiré dándote las gracias.

Es hora de seguir contemplando esta luna llena, las estrellas y la vista de esta ciudad que me ha enamorado no sólo por su alegría brutal, sino por sus infinitos rincones para dejar al alma respirar, justo como ahora, justo como en estas líneas. Los amo, A. C.

Santa Teresa, Río de Janeiro - 21/01/2016



Archivo

De la selva, su Nutria

La moto acelera por la carretera bajo un sol infernal, más ardiente que la lava, pero no más que sus corazones a mil por hora. M...