sábado, 26 de abril de 2014

No eres tú, soy Paul McCartney


No hay primera sin segunda para los fans del legendario Paul McCartney, quien renovó sus votos de amor por Lima con un nuevo concierto que encendió el cielo limeño con fuegos artificiales y el corazón de todas las generaciones presentes en el Estadio Nacional.
Desde las 20:30 horas, las emociones encontradas embargaban al respetable con las enormes pantallas laterales proyectando imágenes de Paul desde su niñez, pasando por los Beatles, su banda Wings y su etapa en solitario. Como antesala perfecta, este álbum de fotos era musicalizado por clásicos como “Twist and shout”, “Silly love song” y “No more lonely nights”.
Con una exactitud británica, el ex Beatle hizo su aparición a las 21:30 horas desatando la euforia y, por supuesto, la nostalgia de quienes no olvidan aún la primera cita del 2011. “Magical mystery tour”, del álbum con el mismo nombre, dio inicio a la fiesta por la que todos esperaron cuatro años, como anunciando la mágica velada que estaban por presenciar.
ARRIBA EL PERÚCARAJ
“Saves us” fue la primera novedad del reciente disco “New”, el mismo que daba la atmósfera a todo el escenario con la inmensa palabra suspendida en lo alto del escenario, del que este genio siempre vigente surgía una y otra vez como un hombre nuevo. “All my loving” y “Listen to what the man said” precedieron a la frase que enloqueció a más de uno en su primera visita a nuestro país: “Arriba el Perú, carajo” en un claro castellano.
“Estoy muy feliz de estar acá de nuevo esta noche, trataré de hablar un poquito de español, pero hablaré más en inglés”, fueron las palabras de McCartney, tal como venía prometiendo a sus fans en los diversos show por Latinoamérica.
“Let me roll it”, “Paperback writer” y “My valentine”, balada en honor a su ahora esposa Nancy Shevell, quien era aún su prometida en la primera visita a Lima, fueron infaltables dentro del setlist que cumplía por mucho la promesa hecha en esta parte del show: “We gonna have a ‘fiesta’ tonight”.
Para continuar con el cocktail Beatle-Wings, “Nineteen hundred and eighty five”, “The long and winding road” fueron coreadas hasta dejar sin voz a los presentes, cuyos corazones estallaron con uno de los temas más esperados de su primer disco como solista: “Maybe I’m amazed”, dedicado en castellano a su fallecida esposa Linda.
MI HERMANO JOHN
“We can work it out” tuvo un final sumamente especial que únicamente podía darse en nuestro país: al escuchar la barra de “Olé, olé, olé, olé, Paul, Paul”, el intérprete revivió ese gracioso episodio de su anterior show de 2011 en el que, guitarra en mano, musicalizó la conocida porra.
A falta de luna llena en la velada, “Blackbird” elevó a Paul McCartney hasta el cielo con ayuda de una plataforma levadiza luego de un completo set de éxitos del cuarteto de Liverpool. Por si esto fuera poco, más de un asistente terminó derramando lágrimas cuando el Sir anunció en nuestro idioma que interpretaría “una canción dedicada a su hermano John (Lennon)”: “Here today”.
NEW
Con el poder que solo una leyenda de la música posee, el inglés secó las lágrimas del respetable con el tema que da nombre a su décimo sexta producción de estudio, “New”. “Queenie eye” y “Lady Madonna” (con imágenes de las féminas que hicieron historia) precedieron la llegada de los pequeñas criaturas animadas del Yellow Submarine para el divertido “All together now”. 
Más éxitos Beatles salían de la voz del incansable Paul, quien recordó a su fallecido colega George Harrison con la canción “Something”, iniciándola con toque de ukelele, tal como se lo enseñara a su camara en vida.
Para hacer cómplice al público, ‘Macca’ pidió a todos que le ayuden a cantar “Ob-La-Di, Ob-La-Da”, tema de su imperdible Álbum Blanco, para luego hacer un viaje en el tiempo de vuelta a la época Wings con su consagrado éxito “Band on the run” y mucho más atrás con un hit del último disco producido del cuarteto: “Let it be”.
SE INCENDIA EL CIELO
Tal como lo hiciera en 2011 y como lo viene logrando en la última década, la estrella incendió el cielo del Nacional con una soberbia puesta de pirotecnia sobre el escenario y hasta detrás de él, con la fuerza arrolladora de “Live and let die”. Dirigiéndose a su piano multicolor, el músico cerró la noche con las sagradas notas del himno “Hey Jude”, con el cual el auditorio se convirtió en un mar de globos blancos y rojos lanzados por todas partes.
¿QUIEREN MÁS?

Fiel a las órdenes de su querida Lima, Paul McCartney volvió al escenario flameando la blanquirroja y llevando la histeria colectiva al su clímax con “Day tripper”, “Hi, hi, hi”, “I saw standing there” y un segundo round con la emotiva “Yesterday”, “Helter skelter”, “Golden slumbers”, “Carry that weight” y el broche de oro más apropiado para un criollo “¡Ya me quito!” con la promesa de volver: “The end”.


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