Este nuevo post un tanto burlón, para no perder la costumbre, llega para revelarnos algunas manías actuales típicas de tu/mi/su ex. Entonces, es típica de ex:
Sustituir sus noches contigo con dosis insanas de Netflix o cantidades industriales de helado.
Creer que la/lo dejaste en visto porque fuiste al baño, por un sandwich, etc.
Llamarte de madrugada en estado de ebriedad.
Satanizarte en sus próximas citas para lavarse un poquito la cara.
Comparar a sus siguientes citas contigo.
Escribirle a tu mejor amigo/a para invitarle un café jugando al servicio de inteligencia.
Tomarse 600 fotos en fiestas, polladas y velorios con frases pretenciosas de celebra la vida, hoy me porto mal, etc.
Embriagarse.
Embriagarse más.
Embriagarse por si acaso.
Reventarte el Whatsapp con holas aunque el doble check azul no pueda ser más claro.
Usar hashtags indescifrables que nadie va a utilizar.
Irse de compras hasta que las tarjetas de crédito queden como plástico derretido.
Convertirse a una nueva religión o ingresar a alguna secta con sede en el centro de Lima.
Destripar los peluches que le regalaste o hacer algún tipo de ritual vudú con ellos.
Pedirte que le devuelvas sus regalos (como si los necesitaras o te hubiese donado un riñon).
Aprenderse las de Adele y/o Ha Ash para llorarte a solas mientras se vende como superad@ en sus redes sociales.
Engordar a niveles crónicos después de que lo/la dejaste definitivamente.
Lanzarte canciones desde su muro a falta de valentía para decirte las cosas en la cara.
Bloquearte en FB y stalkearte desde otra cuenta mientras engorda comiendo por ansiedad y escuchando "Hello" de Adele.
Volver a la carga tres minutos después de decirte "ok, no te molesto más".
Aprenderse la nueva, "La nueva y la ex" de Daddy Yankee con coreo y todo. Ok, no.
Meterse al gimnasio para hacerle al cuerpo lo que no puede hacerle a su alma.
Enredarse con tus ex por deporte (si es que es del tipo de persona con suficiente sangre fría).
Sobreactuar, exagerar la risa y bailar hasta el asma cuando te ve llegando a la discoteca.
Corear a gritos los reggaetones de despecho en Meneo o las de Alejandra Guzmán en cualquier antro de madrugada.
Morirse sin avisar antes de que solucionen todos sus asuntos pendientes.
Usar su timeline de Twitter como terapia a falta de dinero para pagarse un psicólogo.