No confío en esos payasos que se copian los tuits ajenos para hacerle creer al mundo que su vida sentimental tiene algo de interesante.
No confío en esa gente que te suelta el "te amo" en la segunda o tercera cita, deberían mandarl@s a tod@s al psiquiatra.
No confío en es@s que te dicen para estar al mes de conocerte, deberían ir al mismo psiquiatra del caso anterior.
No confío en quien regala "te amos" a granel sin saber lo que está diciendo.
No confío en es@s que te dicen que esta primera cita es especial, probablemente hayan visto ese speech en alguna novela mexicana.
No confío en los libros de autoayuda, ninguno tiene la receta para la felicidad a tu manera.
No confío en esa gente que se aprende las canciones de Alejandra Guzmán o Ha Ash solo para tener algo que cantarle a su ex.
No confío en esa gente que pone cara de estreñimiento crónico en sus selfies.
No confío en esa gente que se volvió fan de Bowie el lunes por la mañana.
No confío en esa gente que vive su relación para el FB antes que para su propia vida.
No confío en es@s que tiene Retrica hasta en la foto del DNI.
No confío en esa gente que vende felicidad sentimental en FB, dime de qué presumes y te diré de qué careces.
No confío en esa gente que hace copy/paste de discursos políticos en FB y baila "El ritmo del chino" cuando nadie lo/la ve.
No confío en esa gente que postea memes de cómo amar. No solo no los aplican en sus vidas, tampoco saben qué carajos significan.
No confío en la partida de nacimiento de los uan direcshon, todos cumplen años una vez por semana.
No confío en la gente que tuitea #HappyBirthdayZayn, el muchacho ya ha cumplido años 75 veces en lo que va del 2016.
No confío en el presentador de Miss Universo, después te quita el premio...y?
No confío en esos que se hacen los que cultos y críticos de la música comercial cuando bien que recibieron el 2016 bailando el totó.
No confío en las letras chiquitas del contrato de mi/tu/su tarjeta de crédito.
No confío en esas mujeres que le dan palmaditas a otra diciéndole "pero estás regia".
No confío en esas mujeres que llaman "amiga" a otra cuando en verdad la detestan.
No confío en Simsimi, eso es del demonio.
No confío en Windows cuando dice que está intentando arreglar el problema.
No confío en ti cuando me dices que es tu primera vez y nadie te lo hace como yo, estoy seguro de que lo mismo le dijiste al anterior y lo mismo dirás al que vendrá después de mí.
No confío en los horóscopos, en todos te irá bien y encontrarás al amor de tu vida.
No confío en es@s que en su foto de perfil tienen dos millones de filtros y cuatro cursos de photoshop avanzado.
No confío en esa gente que crea pretendientes imaginarios en sus redes para así sentirse menos miserable.
No confío en esa gente que inició su colección de Star Wars a partir del episodio VII.
No confío en esa gente que quiere ser como José.
No confío en @ernestozavalet cuando se hace la digna en Twitter.
No confío en el 10% ó 20% más de las bolsas de papitas y demás snacks chatarra.
No confío en la gente que llama a sus hijos Wenzeslao o Disneylandia. Eso se llama maldad, señores, MALDAD.
No confío en la virilidad de Romeo Santos, nadie puede ser Romeo y cantar como Julieta.
No confío en la etiqueta de "0% grasas trans", "Reducido en grasas" y el término "Light" junto a lo que sea que vayas a comer.
No confío en ti ni en tu centésimo noveno intento de hacerme creer que me amas o que amas a alguien.