"So we are history
Your shadow covers me
The sky above
a blaze..."
Amy Whitehouse no quiere ir a rehabilitación. Me frunce el ceño y me me odia por no saber su nombre ni haber comprado su ultimo disco, más depresivo y lacrimógeno que el anterior.
Mi diva del soul busca a su asistenta pigmea en medio de la gente. A estas alturas de la noche, su diminuta secretaria debe estar teniendo un affair en el baño de la discoteca, por lo que mi estrella en decadencia está sola y extrañando a Frank.
Me acerco con torpeza, ella espera que le pida un autógrafo, pero solo quiero darle un abrazo. "..And in your way, in this blue shade, my tears dry on their own", nuestros cuerpos se mecen lentamente en medio de la pista de baile. Pesados, lentos, con olor a marihuana, pero nunca más solos.
Whitehouse se cae de ebria, como cada noche sobre el escenario, como cada domingo en misa. Al fin alguien la quiere más que a sus Grammys y sus álbumes vendidos. No hay tiempo que perder, el amor no se encuentra todos los días y, en su caso, gratis. "Won't you come on over?, stop making a fool out of me, Valerie".
Nos besamos con ira, ella odiando mi cinismo y mi simpleza; yo, amando su último sencillo y su peinado altísimo con forma de panal. Me dices que debes encontrar a tu asistente, o perderás la clase sirviéndote sola el Vodka.
- Whitehouse, ya se fue, no es tu amiga y te preocupas por ella. -
- Tú no eres mi amigo y me preocupo por ti, ¡salud! -
- No es lesbiana y la besas. -
- Tú tampoco y... (Me besa) -
(Aprovechándome de la situación)
- No es tu amiga y la vuelves a besar. -
(La escena se repite quince veces)
- No es tu amiga y te ha dejado. -
- Tú también me dejarás. -
- Buen punto. -
Otra canción tuya suena en medio de la noche. "I told you, I was trouble, you know I'm not good" me repites una y otra vez; suplicando que no te toque y que me vaya a dormir al sofá. Poco importa tu resistencia, esta noche eres buena para mí.
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No eres tú, son ellos.