miércoles, 27 de febrero de 2013

El Exorcista




A mi gran amigo Luis Bardales, el único valiente que soportó conmigo 
la traumática función en aquellos tiempos de primaria. 




"Yo no soy nadie. Desconfía del cura". Comenzar estas líneas llenan de nostalgia a cualquiera que haya aprendido lo que es el terror viendo este clásico de clásicos, "El Exorcista, como fue mi caso a los nueve años de edad en Cineplanet San Miguel. 


"Tu madre esta con nosotros, Karras". Y es que revivir, después de 15 años, los gritos desgarradores de la tierna Regan Teresa McKneil, convirtiéndose en un monstruo siniestro que no se presenta como un espiritu o "un" demonio, sino como el diablo en persona, estremece y atrapa como aquella primera vez. 


"Eso que esta allá arriba no es mi hija". La riqueza del libreto desborda emociones en cada diálogo, con una magistral Ellen Burstyn recibiendo la noticia de la muerte de su amado Burke Dennings. No en vano esta adaptación de William Friedkin del libro de William Peter Blatty ostenta el Oscar a mejor libreto.





"Por que me haz hecho esto, Dimmy?" Aplausos aparte merece la fotografía de esta película. Las sombras exactas formando cuadros desolados y materializando el calvario interno de cada personaje y la luz blanca cegadora que nos tranquiliza después de cada estallido infernal de nuestra posesa Regan. 

"Ahora la puerca es mía". El exorcista es mas que vómito verde, contorsiones improbables, santos profanados o blasfemias por doquier. Es una obra maestra que contiene la dosis exacta de terror, lágrimas y violencia sin llegar a los carnavales de sangre que nos ofrece el cine macabro de hoy en día. 


 "Ego te absolbo". Su simbología religiosa mesurada y su complejidad de cuestionar la fe humana desde la figura de un sacerdote psiquiatra: Damien Carras, es una cachetada a todas las hijas o clones de esta cinta, que nos han acostumbrado a curas gritones armados con cruces, niñas de ojos salidos volando como Superman y Satanás hasta en la sopa desde los créditos iniciales.







"¿Haz visto lo que ha hecho la cochina de tu hija?". El exorcista trasciende a las películas convencionales porque aborda un tema universal: La ciencia enfrentándose a la fe, esa la que nos aferramos tanto y que se sacude cuando es puesta a prueba de las formas mas improbables o incluso aberrantes. 



"Es un buen día para un exorcismo". Verla dos o cien veces es descubrir nuevas situaciones, símbolos, alusiones a lo terreno, a lo divino y a lo oscuro, a ese infierno oculto en cada uno de nosotros y que se nos recuerda hasta al final de la función...o del ritual. Amén.


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