viernes, 7 de septiembre de 2012

Fármacos: Las Exparejas y el Facebook

Hola a todos..."Fármacos" es la sección de mi blog en la que compartiré con ustedes todo texto ajeno que me resulte interesante. Al igual que yo, considero que podríamos aprender algo de ciertas páginas escritas por grandes hombres y mujeres que no merecen quedarse empolvándose en las estanterías del fondo gracias a plástico, chisme y novelas de Crepúsculo. El siguiente texto fue extraído del best seller ¿Él te engaño?, es su problema, de la exprosituta, conferencista y escritora carioca Vanessa de Oliveira (pág 69) y nos habla de la relación adictiva a las redes sociales y lo letal que puede resultar ésta al intentar superar una infidelidad o ruptura sentimental. Disfruten la dosis, no descartamos efectos secundarios.



"Olvida la existencia de las redes sociales (como Hi5, el Orkut, el MySpace y el Facebook), esa porquería que inventaron para que cualquiera pueda exhibirse de la forma en que quiere ser visto, y no como realmente es. ¿Me preguntas por qué? ¿Has visto que alguien se muestre demacrado, llorando y arrancándose los pelos por un amor perdido en un perfil de esos? ¿O que muestre videos de sí mismo en sus momentos más solitarios y psicóticos, cogiendo un arma y metiéndosela a la boca mientras se fuma una cajetilla entera de Marlboros y bebe alcohol industrial? ¡Yo nunca!.

Es más: Estoy harto de ver solo gente sonriente que muestra fotos de carros importados (que por cierto nunca han conducido en sus vidas) con rótulos como "Mi carro", siempre abrazados de gente linda rotulada como "Mis amigos", mientras la vida transcurre con un vase de Johnnie Walker, keep walking.

¡Siendo así las cosas, cualquiera diría que todo el mundo es feliz!

Así que deja de obsesionarte con su Orkut o su Facebook, porque ver su felicidad virtual, sea verdadera o no, no nos interesa y solo hará que sufras más. Tienes prohibida esa especia de droga de Internet. Si fuera posible, mantente alejada(o) del Hi5, el Facebook, el Flickr, el Fotolog y demás servicios de ese tipo hasta que te sientas bien con la vida nuevamente y lo suficientemente fuerte como para evitar visitar sus perfiles por cuenta propia. Porque nadie se cura colgándose del Facebook de su ex y leyendo todos los mensajes que recibe para saber qué hace con su tiempo ahora que una(o) no está cerca. Y no me vengas con la tontería de que haciendo eso a diario le cogerás más rabia, que tú a mí no me engañas. Mientras más tiempo pases viendo sus perfiles de Internet, más vicio le cogerás a vigilar su vida, cuando en verdad tienes una más importante que cuidar: LA TUYA.

Contarás los días como los cuenta un alcohólico: "Ya hace X días que estoy sobrio". Hasta que lo superes por completo. Solo habrá una diferencia: un día, tú te podrás reír de lo acontecido.





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