viernes, 29 de julio de 2011

Los chinos de chifa

Los chinos de chifa son una especie no humana, misteriosa, alienígena, inexplorada e ignota. A lo largo de mis concurridas visitas a estos restaurantes, entre pollos chi jau kai y sopas wantán, pude hacer un minucioso estudio de la conducta de estas místicas criaturas amantes del dinero y la verdura.



Aquí las conclusiones de mi breve estudio antropológico:

- Los chinos de chifa jamás sonríen ni tiene gestos expresivos en el rostro, tan solo te mirarán de manera inexpresiva hasta que ordenes tu menú. Si es que llegaran a sonreir, desconfía, no estás ante un verdadero chino de chifa.

- Los bebés de los chinos de chifa no suelen llorar ni hacer ruido alguno. Las chinas transportan a sus clones (porque se reproducen con el agua) en pequeñas mochilas en la espalda. Para alimentar a estos bebés, se utilizan sondas especiales. Ojo, un bebé de chino de chifa jamás beberá leche ni agua, solo beben Inca Kola de gordita que venden en los chifas, no pueden consumir otra cosa. A los cinco o seis minutos, estos bebés se convertirán en chinos adultos que empezarán a vociferar en chino y a trabajar en el chifa.

- Los mozos de chifa jamás son chinos, son peruanos. Los chinos de chifa siempre estarán detrás del mostrador cobrando el dinero o multiplicándose con agua.

- Un chino de chifa no duerme, no descansa, ni cierra su chifa en feriados o días festivos, tan solo cierra las puertas de su local para recargar sus baterías internas con arroz y pescado. Por otro lado, los chinos de chifa al paso han desarrollado mecanismos que les permite dormir de pie y con la sartén en la mano, listos para despertar y encender el fogón para hacer chaufa si algún comensal se aproxima.

- Un chino de chifa no muere, la única manera de matar a una de estas criaturas es quitarles el dinero (hasta el último centavo) o clausurarles el local con una orden municipal, entonces el chino y su familia se refugiarán en el interior de su chifa para secarse lentamente y finalmente morir.

- Cuando un chino de chifa y una china de chifa se unen, no tiene sexo, solo ponen un chifa.

- Los chinos de chifa no devuelven jamás el dinero, esa es su ley inquebrantable. Si intentas pedirle devolución, el chino te ofrecerá otro plato; si eso no funciona, fingirá no entender español y empezará a hablarte frases en chino de manera acelerada (generalmente, conjuros chinos). Finalmente, si insistes en pedir que se te regrese el dinero, el chino procederá a incendiar el chifa con toda su familia dentro.

- Los chinos de chifa saben castellano, todos, que no lo hablen es diferente. Todo chino de chifa domina estas palabras de nuestro idioma: sopa, gordita, gaseosa, "glacias", sol falso, recibo y boleta.

- Todo chifa debe llevar por nombre dos sílabas formando un vocablo chino. Por ejemplo: Ni-jau, Sin-chou, Chu-chón, Fu-món, Pon-Tú. Si algún chifa al que acudas lleva por nombre palabras como "Suerte", "Felicidad", "Dragón", "Panda" o semejantes, sal corriendo, no es un verdadero chifa y en él se sirve cualquier cosa menos chifa.

- Los chinos de chifa deben usar sandalias negras, jamás zapatillas, zapatos o suecos.

- Los chinos de chifa no comen chifa. Ellos esperan que caiga la luz del sol para sacar sus jofainas de metal y verter en ellas pescado crudo y verdura cruda, la cual comen con palillos. Jamás usan tenedor o cuchillo pues es considerado indigno.

- Los chinos de chifa jamás discuten en voz baja, ellos tienen que vociferar y gritarse en chino aún en presencia de los clientes.

- Los chinos de chifa usan expresiones cortas en chino para las expresiones largas en castellano y viceversa.

- Un chino de chifa jamás abandona su chifa, para eso envía peruanos en bicicletas sin frenos. Si un chino de chifa es sacado de su chifa, podría desorientarse, secarse y morir.

Hasta aquí mi estudio. Si usted, amable lector, tiene alguna otra sugerencia o razgo distintivo de estas criaturas, háganmelo saber. Hasta otra oportunidad.

martes, 19 de julio de 2011

Sin Avisar (Epílogo - Vacaciones en Larco Herrera)


Avril Lavigne canta "Don't tell me" en mis oídos mientras escribo estas líneas con el olor de la brisa marina. He tomado mi decisión más difícil, pero también conveniente: me voy.



No es fácil decir adiós, menos cuando sabes que dejas atrás un pedazo de ti. Mucho amor de por medio y muchos momentos de risa en los que imaginas todo, menos que tendrás que despedirte un día.

No es que sea tu culpa, tampoco la mía. Me voy porque no pienso arriesgar lo que sea que me espere más adelante por alguien que no saltará del tren junto a mí. No solo no compartes mi velocidad, nos separa una brecha tiempo-espacio comparable a los saltos dimensionales de Marty McFly. 

Hemos estado cerca cientos de veces y frente a frente otras tantas, tú con la incapacidad de contener tus emociones, yo tragando saliva para decir adiós sin que se me quiebre la voz.

Un día no te busqué más en Facebook, ni en mi almohada, ni en mis sueños, ni en una foto que hoy alimenta mi tacho de basura lleno de envolturas de Morocha y Cereal Bar (por menos cerdo que me quiera sentir, engañándome). Por ahí estás tú, entre restos de chocolate, de amor explosivo, de promesas con fecha de caducidad, de pirotecnia, de ti y de mí.

Adiós. A tu regreso puede que no te agrade lo que encuentres, pero nunca me agradó lo que encontré a mi partida. 


He decubierto que dos corazones pueden sufrir arritmia de vez en cuando y al mismo tiempo, prepárate para el infarto y consigue un amante cardiólogo, o al menos uno menos imperfecto que yo. No debiste parpadear, te perdiste de mucho. Guerra avisada no mata gente, corazones de vez en cuando.



Pdta.- Estoy a un día de oir a mi diosa Avril, me desgarra pensar que oiré el soundtrack de nosotros sin ti, pero la adrenalina mitigará un poco el dolor de ciertas cicatrices. No cantes Sleeped Away, me harás pedazos.

domingo, 17 de julio de 2011

El Día del Pollo a la Brasa



El micro me trae de vuelta a casa y colas interminables en las pollerías de San Miguel me anuncian la buena nueva: hoy es el día del pollo a la brasa. Mientras camino a casa para recoger a papá y llevarlo a comer, veo a una señora corriendo y arrastrando por el suelo a su hijo. Le pregunto por qué la prisa y me dice que es el día del pollo a la brasa, repregunto el por qué y ella atina a responder que "así han dicho, joven". No sé si escupirle o burlarme, opto por ninguna de las dos y me dispongo a recoger a papá.

¿Por qué celebran el día del pollo a la brasa?, ¿Es que acaso un 17 de julio de mil ochicientos algo un pollo a la brasa heroico se alzó en armas y luchó contra los polleros con cuchillos y tenedores para liberar a sus hermanos dorados de la opresión?

Una señora gorda con bigote, barba y tatuaje de ancla en su braso pide medio pollo para comer aquí...bueno allá. El mozo le advierte que es probable que tenga que esperar una hora promedio y que puede adelantarle la mayonesa y la Coca heladita. Ella acepta gustosa y su pequeño con rostro ratonil (como el de este servidor) no deja de atocigarla y jalarle la chompa recordándole que es el día del pollo a la brasa y que moriremos todos si no comemos la bendita ave bañada en cremas y acompañada de papas fritas en Diesel de 90.

"Lima es novelera, hijo, en cualquier momento celebraremos el Día Nacional de Al Fondo Hay Sitio", dice mi papá entre risas mientras saborea su pollo Chi Jau Kai desde el chifa de la otra esquina. Agradezco a Dios que no exista el día del pollo Chi Jau Kay y una sensación de escalofríos recorre mi médula confirmando que no está lejos de la verdad.

miércoles, 13 de julio de 2011

Mi Ex

Mi ex no es como otras ex, no. Ella tiene un sexto sentido, ella lo sabe todo. Ella me odia y me ama a la vez. Ella solía oler mi desesperación y reir entendiendo lo que pasaba por mi mente, satisfecha por entenderme más que yo. Mi ex es más inteligente que yo, pero sus emociones podrían ganarle la partida.



Ella entiende mis silencios y al dormir conmigo sabe cuando moverse como una invertebrada y cuando darse vuelta para jugar a que no existo. Mi ex quiere saber con quién estoy ahora, en dónde estoy ahora y por qué escribo esto ahora. Mi ex cree tener el control, pero sabe en el fondo que lo perdió bajó el sillón y eso le asusta aún más.

- Hola, tiempo sin vernos -
- Sí, me preguntaba si estabas bien -
- Mejor que nunca -
- ¿Con quién te estás acostando ahora? -
- Con todo Lima -
- Hijo de puta, yo no soy todo Lima -
- Por eso no me acuesto ya contigo -
- Hablas como si me creyera el centro de todo -
- No, hablo como si te creyeras el centro de Lima -
- Dame un beso -
- Voy a lastimarte -
- Qué importa, hazlo -
- ... -
- Te quiero -
- ... -
- Vete a la mierda, adiós -

Un empujón en mi pecho es su reacción por no entender en qué momento perdió ese nexo que es más poderoso que todo título o estado de Facebook idiota: la complicidad. Es que entendí que dejarte ir es el mejor modo, es que comprendí que no te quiero a mi lado y que confundi la gratitud con amor. Quiero detenerte, decirte que no te vayas, abrazarte con todas mis fuerzas y pedirte que regreses, pero aprieto los cojones y me quedo parado sin hacer nada.

- ¿No vas a venir por mí? -

He subido a la 18 para volver a casa. La mujer sin marido me mira con los ojos más tristes que he visto en mi vida. La manipulación ya no es su talento y la ingenuidad es un privilegio que se me quedó en una caja de Durex Comfort. Tal vez tienes razón, me estoy yendo a la mierda pagando mi medio pasaje, pero nunca estuve tan seguro de que irme allí era mejor que volver contigo.

- Hablo en serio, ¿no vas a venir por mí? -

Mi ex ahora es como otras ex, sí. Ella no tiene la menor idea, ella no sabe nada. Ella me ama y se odia a a la vez. Ella quiere entender lo que pasa con mi mente, pero ya no entiende ni lo que ocurre bajo mi pantalón. Mi ex sigue siendo más inteligente que yo, pero sus emociones ganaron por K.O.

viernes, 1 de julio de 2011

Manual de la Primera Cita


1. Deja que ella (o él) elija, no te esfuerzes mucho en el lugar porque un sitio pomposo puede minimizar la calidad de la compañía. No sea que él o ella se te distraiga mirando las luces, el escenario, algún cantante de cumbia o las salamandras de la pecera de un chifa.

2. Si te pregunta que esperas de ella, responde, literalmente, "ni mierda", sé honesto y no te proyectes o vueles, podrías asustar. Es mejor asumir que se irá mañana, que te desadmitirá del Facebook, que se te caerá el jugo en la mesa y mojarás su ropa dejando todo oliendo a azúcar.

3. Sal con la mente en blanco, no imagines qué podría ocurrir, porque pasará exactamente lo contrario.

4. No caigas en el exceso de cumplidos, incomodan y te harán ver falso, más si elogias los zapatos o el cabello porque es más que obvio que nosotros no notamos esas cosas así ellas carezcan de zapatos o cabello.

5. No elijas una discoteca, el arte de la conversación es cosa de pocos y demostrarás ser un pésimo artista.

6. Di incoherencias, estupideces, no temas decirlas, le hacen bien a una conversación. Ser cuadriculado(a) es lo peor que alguien puede proyectar.

7. Sé honesto con  ella, no temas decirle que tiene hermosos senos o que haz fantasiado con tener sexo con ella mientras ibas en el micro a su encuentro.

8. Lleva un condón en el bolsillo, podrías haber aplicado los 7 puntos anteriores y se terminaría haciendo necesario este consejo final. Si te pregunta "¿qué pasará ahora?" después de un encuentro desenfrenado y febril, retoma del puto dos hacia adelante.

Gracias.

(Dedicado a Tito, mi mejor amigo, mi hermano y eterno filósofo de lo absurdo).

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De la selva, su Nutria

La moto acelera por la carretera bajo un sol infernal, más ardiente que la lava, pero no más que sus corazones a mil por hora. M...