miércoles, 27 de abril de 2016

Quédate



Este post va dedicado a quien aún no encuentra a su otra mitad 
y al que cree haberla encontrado al 50% de descuento.

Quédate con quien te golpee con la verdad para no destruirte con la mentira.

Quédate con quien te regale su verdad sin envolturas ni poses.

Quédate con quien se dé la chamba de cocinar tu plato favorito y llevártelo hasta la puerta del canal.

Quédate con quien te prepare croquetas de atún.

Quédate con quien desnude su alma un viernes por la noche, la ropa se la quita cualquiera.

Quédate con quien te haga parte de su mundo, no con quien te convierta en él.

Quédate con quien cruce la ciudad solo para decirte buenas noches.

Quédate con quien no piense en lucirte ante sus amistades como si fueses un chihuahua o un reloj de marca.

Quédate con quien piense en convertirte en su familia antes de exhibirte con la suya. 

Quédate con quien te cante al oído en vez de hacerlo desde su muro del Facebook.

Quédate con quien jamás te ponga un dedo encima, quien lo haga no parará hasta que dejarte en pedacitos en una caja de leche Gloria.

Quédate con quien se enfoque en gastar su tiempo contigo y en vez del crédito de tu tarjeta.

Quédate con quien no postee esos huachafos memes de cómo amar, te aseguro que quien los postea no los aplica en su vida.

Quédate con quien te haga feliz por el placer de hacerlo y no para su siguiente publicación de Instagram.

Quédate con quien te llame con más noticias que preguntas.

Quédate con quien llame menos de dos veces al día, más de eso requiere tratamiento psiquiatrico e internamiento urgente.

Quédate con quien le importe más tu sonrisa que sus ridículos likes de Facebook.

Quédate con quien te predisponga a la incoherencia absoluta en la primera, segunda, tercera y enésima cita.

Quédate con quien te deje flotando sobre una puerta en el océano luego de que el barco se hundió, ok no.

Quédate con quien se porte como un@ hij@ de puta en la cama y no fuera de ella.

Quédate con quien comparta su tiempo a tu lado, aún si no le queda mucho.

Quédate con quien haga tuyos sus mayores secretos.

Quédate con quien te ame en la mala, en la buena es bien fácil amar.

Quédate con quien esté dispuesto a conocerte al cien por ciento y aún así, soportarte. 

Quédate con quien te diga "mi amor, ya hice nuestro check in en LAN"

Quédate con quien te deje comerte el último wantán de su kam lu wantán.

Quédate con quien tenga todo lo que quieren las wachas, ok no.

Quédate con quien etá loca y muévele totó, ok no.

Quédate con quien sepa bailar el Carrapicho al estilo de Carlos Vílchez.

Quédate con quien te diga "ya te deposité" con más frecuencia que "te amo".

Quédate con quien te cante al oído, aún si no sabe hacerlo.

Quédate con quien te enseñe con amor algo que nadie pudo enseñarte (preparar cupcakes, manejar armas, etc.) 

Quédate con quien te abrace al bailar y baile contigo, aún si lo hace cien veces mejor que tú.

Quédate, mi amor, tan solo quédate. 


martes, 19 de abril de 2016

No confío



No confío en esos payasos que se copian los tuits ajenos para hacerle creer al mundo que su vida sentimental tiene algo de interesante.

No confío en esa gente que te suelta el "te amo" en la segunda o tercera cita, deberían mandarl@s a tod@s al psiquiatra.

No confío en es@s que te dicen para estar al mes de conocerte, deberían ir al mismo psiquiatra del caso anterior.

No confío en quien regala "te amos" a granel sin saber lo que está diciendo.

No confío en es@s que te dicen que esta primera cita es especial, probablemente hayan visto ese speech en alguna novela mexicana.

No confío en los libros de autoayuda, ninguno tiene la receta para la felicidad a tu manera.

No confío en esa gente que se aprende las canciones de Alejandra Guzmán o Ha Ash solo para tener algo que cantarle a su ex.

No confío en esa gente que pone cara de estreñimiento crónico en sus selfies.

No confío en esa gente que se volvió fan de Bowie el lunes por la mañana.

No confío en esa gente que vive su relación para el FB antes que para su propia vida.

No confío en es@s que tiene Retrica hasta en la foto del DNI.

No confío en esa gente que vende felicidad sentimental en FB, dime de qué presumes y te diré de qué careces.

No confío en esa gente que hace copy/paste de discursos políticos en FB y baila "El ritmo del chino" cuando nadie lo/la ve.

No confío en esa gente que postea memes de cómo amar. No solo no los aplican en sus vidas, tampoco saben qué carajos significan.

No confío en la partida de nacimiento de los uan direcshon, todos cumplen años una vez por semana.

No confío en la gente que tuitea #HappyBirthdayZayn, el muchacho ya ha cumplido años 75 veces en lo que va del 2016.

No confío en el presentador de Miss Universo, después te quita el premio...y?

No confío en esos que se hacen los que cultos y críticos de la música comercial cuando bien que recibieron el 2016 bailando el totó.

No confío en las letras chiquitas del contrato de mi/tu/su tarjeta de crédito.

No confío en esas mujeres que le dan palmaditas a otra diciéndole "pero estás regia".

No confío en esas mujeres que llaman "amiga" a otra cuando en verdad la detestan.

No confío en Simsimi, eso es del demonio.

No confío en Windows cuando dice que está intentando arreglar el problema.

No confío en ti cuando me dices que es tu primera vez y nadie te lo hace como yo, estoy seguro de que lo mismo le dijiste al anterior y lo mismo dirás al que vendrá después de mí.

No confío en los horóscopos, en todos te irá bien y encontrarás al amor de tu vida.

No confío en es@s que en su foto de perfil tienen dos millones de filtros y cuatro cursos de photoshop avanzado.

No confío en esa gente que crea pretendientes imaginarios en sus redes para así sentirse menos miserable.

No confío en esa gente que inició su colección de Star Wars a partir del episodio VII.

No confío en esa gente que quiere ser como José.

No confío en @ernestozavalet cuando se hace la digna en Twitter.

No confío en el 10% ó 20% más de las bolsas de papitas y demás snacks chatarra.

No confío en la gente que llama a sus hijos Wenzeslao o Disneylandia. Eso se llama maldad, señores, MALDAD.

No confío en la virilidad de Romeo Santos, nadie puede ser Romeo y cantar como Julieta.

No confío en la etiqueta de "0% grasas trans", "Reducido en grasas" y el término "Light" junto a lo que sea que vayas a comer.

No confío en ti ni en tu centésimo noveno intento de hacerme creer que me amas o que amas a alguien.





jueves, 7 de abril de 2016

No llores


No quiero volver a ver esos ojitos llorar. No. Mientras levanto tu cuerpo del suelo, con cierto esfuerzo y debilidad física por la hora (5:30 AM), me repito esta frase en mi mente una y otra vez.

Estuve haciéndome el dormido, lo sabes, lo sé. Es por eso que el sonido de tus sollozos y tu intento de respirar con las lágrimas ahogándote me sacó de mi coraza de falso sueño para girarme y encontrar tu cuerpo casi inerte en el suelo.

He aprendido a reconocer las lágrimas falsas, las huelo, las identifico perfectamente y las detesto, diría que hasta su composición química es distinta, al punto de disparar mi sarcasmo natural y sacar lo peor de mí. Esta noche que se nos iba era un caso distinto, tus ojos húmedos tenían algo que decir y sacaban a tirones la vena débil que tanto me he esforzado en ocultar a los demás.

Con cierto esfuerzo, logré subirte de nuevo a la cama pidiéndote una sola vez que dejes de llorar. Y es que hay que decir la verdad: ningún hombre merece tus lágrimas, ninguno; mucho menos yo, que tengo más errores de fábrica de los que puedo contar.

Insistes en que soy el amor de tu vida y que no me vaya. Yo mismo me había decidido a no convertirme en eso para alguien otra vez, no después de tanto, no con esta fuerza. Supongo que a veces, para aquellos que no vivimos buscando el amor, este suele jugarnos bromas inciertas y golpearnos la cabeza como ese compañero molestoso del colegio que te lanza un lapo y te agarra desprevenido para luego correr riéndose de ti.

Seco tus lágrimas con mis manos y te digo que ya todo está bien. Me respondes que no puede estar bien si decido alejarme. Tus palabras me recuerdan a las de ese adolescente dependiente que fui alguna vez, presa de sus sentimientos y con publicaciones emotivas en Facebook, una más estúpida y ridícula que la otra. Siempre recuerdo con ternura esa etapa y tú me la recuerdas ahora mientras te alcanzo el inhalador.

Horas antes, tus amigos y amigas trataban de calmarte en la cocina diciéndote que "Álvaro te ama". Tres palabras que yo mismo estoy en proceso de asimilar, pero que al fin y al cabo repiten con razón. Aunque Hollywood nos lo venda como algo loco y aquello que te hace saltar de un tren, el amor tiene mucho de razón, es un constante juego de ajedrez psicológico donde sólo triunfa quien sabe mover sus piezas dejando al corazón en segundo lugar. Esta noche sufrí un jaque mate que me hizo tragarme el orgullo con una copa de vino.

Recuerdo a algunas personas llorando por mí justo como tú ahora, algunas de ellas siguen en mi vida y otras solo se fueron llevando su maleta y su amor propio en un frasco de conserva. Algunas de ellas han dejado de llorar para evolucionar, pero otras lo siguen haciendo por el puro gusto de convertir su vida amorosa en una telellorona de bajo presupuesto, aún así a todas esas personas les digo que no merecía sus lágrimas. Nadie las merece, nadie merece que te quiebres, nadie merece que alteres tu paz emocional; cuando entiendes eso, has dado un gran salto comparable al de cualquier gimnasta olímpico, solo que sin aplausos, ni medallas, ni laureles, ni Gatorade gratis.

Si alguna vez lloras, que sea para volverte más fuerte y para dejar salir aquello que te oprime el pecho. Hazlo a solas o acompañado, con Adele o Tony Rosado, hazlo y que al pararte nuevamente el mundo sepa que no te aplastó, que sólo hiciste una pausa para cicatrizar y ahí estás de vuelta para conquistarlo cual Pinky y Cerebro.

Volviendo al cierre de la noche, he conseguido normalizar tu respiración y ahora todo se oscurece mientras te duermes en mi pecho. Cuando llegue la hora, amor, seré yo quien necesite de regreso ese favor y dormir por días sin más almohada que tú, lejos de todo ser humano que alguna vez me conoció. 

Pero no nos precipitemos tanto, volvamos al presente, a este momento en el ya duermes en mis brazos flacos y en el que he triunfado; no por tener razón, sino por que tus próximas lágrimas serán de alegría, las únicas justificadas cuando amas alguien como ahora te amo yo. Alista el Kleenex que lo vas a necesitar. Y aunque suene contradictorio, a menos que sea de felicidad y por euforia incontrolable, no quiero volver a ver esos ojitos llorar.


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De la selva, su Nutria

La moto acelera por la carretera bajo un sol infernal, más ardiente que la lava, pero no más que sus corazones a mil por hora. M...