jueves, 27 de marzo de 2014

Claudia



La mujer de mi vida está loca y habla mi mismo idioma: el de la incoherencia y la risa absurda. Ambos jugamos guerra de almohadas en mi cama y caemos agotados riéndonos de la vida, de las batallas ganadas, del amor más ilógico que se haya creado jamás.

Ella y yo nos besamos frente a una cámara y detrás de ella, tal vez porque hemos decidido romper toda etiqueta y porque el "¿qué somos?" nos produce alergia. Amamos esta ausencia de letreros, esta criogenia sentimental en la que la pasión no acaba jamás porque no la sometemos a contratos ni seguros de vida.

Yo soy su Furby ebrio y ella es mi mujer y también la mujer del pelotero. Siempre hago bromas sobre su busto gigante y ella juega a crear hipérboles con mis dientes.

Cuando la mujer de mi vida llora, le seco las lágrimas con verdades secas más efectivas que cualquier kleenex. Cuando yo lloro, ella jamás se entera, creo que nadie se enterará por un buen tiempo y porque cada vez lo hago menos.

Amo abrazar a la mujer de mi vida porque su cuerpo perfecto está tan frío como su alma. No es que esté muerta, es solo que su temperatura corporal es más baja que la de los humanos promedio y eso la vuelve hielo.

Eres perfecta para mí, eres iceberg que enfría mi alma en noches de verano frente a la playa, donde puede divisarse un montón de "te amo" varados y agonizantes de los que nos reímos también mientras los vemos morirse sin hacer nada para salvarles la vida.

Mi mujer no sabe que he escrito este post aún y no sabrá nunca las emociones inapropiadas que despierta en mí cuando me abraza y me besa con toda su desfachatez. Nos amamos a nuestro modo, de una forma inexplicable para la física y para la química.

Gracias, Claudia, por ser tú y ser la única que me permite ser yo veinticuatro siete riéndose en vez de preguntar por qué. Gracias, mi amor, por llegar a mi vida para hacerme una mejor persona, gracias por revelarme el misterio de cómo funciona el Maneki-neko y su patita en eterna oscilación. Gracias también por amenazar con regalarme un Furby del diablo en mi cumpleaños 25.

Gracias por ser mi mujer, por amarme aunque no lo merezca, por ser tú, por ser yo.

Cuack.


miércoles, 19 de marzo de 2014

Amor Diet



Hoy por hoy, estamos de acuerdo en que los "te amo" se han prostituido al punto de convertirse en el sustituto improvisado del "quiero ligar". Sí, aunque duela admitirlo, ahora se reparten con rapidez, se otorgan sin mayor esfuerzo y se desgastan las veces que sea necesario hasta que obtengas lo que estas buscando. Un poco como los vales de descuento.

No tienes ni tres días de salir conmigo y, desde tu silla temblorosa y tus manos atrapadas bajo tu escaso peso, lo lanzas como bala al aire: "Te amo, me encantas, etcétera, etcétera". Cada etcétera más triste que el anterior. Toda la seriedad que pudiera haberte atribuido se diluyó en el café.

No importa lo que sigue, me has demostrado que tu noción de amor y pareja es instantánea como el Kanú de algún sabor nuevo que no pienso probar en refresco.

Amor, ¿por qué volverte tan predecible? ¿por qué ofrecer todo el buffet sin mostrarme siquiera la carta? ¿porque intentas amar a alguien antes de aprender a amarte a ti?

Lo más rentable en este caso habría sido darte un forzado "yo tambien" para llevarte a la cama y lesionarte en todos los modos posibles repitiendo tu speech y prometiendo que esto es verdadero y diferente. Sí, porque todos creemos ser esa persona diferente, lo que nos convierte en iguales.

Los hombres y el ser humano en general, no apreciamos lo fácil, es por ello que no puedes entregarme el corazón sin intereses, al menos hazlo en cómodas cuotas. Tal vez la ansiedad del tiempo en que vivimos y tanto anuncio apocalíptico hacen que la gente tenga algo más de prisa con sus asuntos, incluyendo su vida sentimental en la lista.

Vuelvo a mí y a nuestro último café en el Haití. Te invito a repetir tu "Te amo" biodegradable después de haber ido a recoger al amor de tu vida al final de una jornada de trabajo, a las 3 AM, viéndole la cara, sin ganas de nada, oliendo a Casino y con la única intención de ser llevado a casa en brazos cual cadáver repatriado. 

Te invito a mirar el anverso de la foto y revelar todos los negativos, entonces veremos si sigue siendo fácil repartir "te amos" como anfitriona regalando sachets de shampoo. Busca la respuesta en el solucionario al final del diario. Hasta entonces, Maruchán instantánea, hasta entonces. 




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