La palabra puta te queda grande como la ropa que usabas al dormir en mi casa, puesto que las putas son más profesionales, menos volubles y más eficientes que tú.
La palabra amistad te es ajena, porque esta lleva a la invaluable discreción, virtud que tu jamás haz conocido debido a que tu boca es tan suelta como tus tantas entradas.
La palabra soledad te sienta bien, porque estás más cerca de ella de lo que te imaginas. Quienes te dimos la mano hoy te vemos con lástima y comprobamos que nos equivocamos.
En nuestra última conversación me pediste que no cortara nuestra amistad, cosa que hoy en día no me preocupa cortar tanto como tu lengua.
Existen muchas fallas humanas, la deslealtad es la más peligrosa de ellas, tan peligrosa como el veneno más letal de una cobra negra africana.
Hasta nunca, Mandarina, ¿por qué me despido?, porque es educado despedirse adecuadamente del lugar en donde uno fue invitado a entrar con formas tan cordiales y propósitos tan indecentes.
Termino este breve post con un estribillo de PXNDX que cito al cierre:
"Recuerda que, aunque te veas perfecta y todo cuides bien
Después lamentarás el no ser la correcta
Recuerda que a ti te gusta ser manipulada y
también deseas muy fuerte que ya sea mañana"
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No eres tú, son ellos.