martes, 8 de marzo de 2011

No me agrades, porfavor

Mi profesora de tesis es como ese Pokemón rosado llamado Jigglypuff, ese que cuando canta te hace dormir. La voz lastimera y delicada de mi maestra tiene el mismo poder mágico y somnífero.



Mi compañera Leyla (no somos amigos, pero vamos por buen camino porque ya empezamos a planear embriagarnos juntos) es una mártir, se ha echado al hombro la noble labor de entretenerla fingiendo que necesita ayuda para elegir su tema de tesis.

Detrás de ella, aguarda otra compañera para llevarse la amarga desilusión cuando le digan la cruda verdad: Lady Gaga no es tema de tesis, señorita.

Mencioné en un post anterior que mi profesora tiene el look, la actitud y el halo de una profesora de secundaria nacional, de esas que trabajan en colegio con nombre de prócer o de dígitos que empiezan con cero.

Hoy me he acercado a preguntarle por mi tema de tesis, me ha recibido afable y con amor maternal (¿qué me ocurre?) aún 2 minutos fuera de su hora de clases, diciéndome que el tema “X” que escogí sería buena idea. No explicaré “X”, esto no es tesis, pues.

Me siento culpable porque empiezo a creer que de verdad ama su trabajo, me alarmo aún más porque me empieza a caer bien. No escribí eso, maestra Lupita, no me agrade, por favor. No sea tan mamá, no me diga “Muy bien Rondón”, no sea linda por favor, no sea Miss.

No siga, porque terminaré abrazándola o regalándole una manzana chilena, de esas verdes que brillan y que su dureza basta para matar a alguien si se la lanzas en la sien. Pero a usted no se la lanzaría, porque me empieza a caer, así que deténgase.

viernes, 4 de marzo de 2011

Musa freakie

"Me preguntas, joven sexy de pantalones arrancables, por qué la admiro si solo tiene un libro. Yo le pregunto que a quién debería admirar, ¿a Vargas Llosa o a Bayly?. Me mira avergonzada, nota mi admiración sincera por una escritora no tan laureada y no tan cuerda, más franca que su fanatismo por Lady Gaga y Justin Bieber."

Terminaron las clases y algunos compañeros del turno noche nos juntamos a tomar para olvidarnos del estrés por la horrible profesora de tesis y su pinta de profesora de primaria, de esas de colegio estatal con nombre de prócer. Una linda muchachuela me dice qué es ese libro con un enorme perro en la portada que llevo fuera de la mochila, lejos de los demás libros olvidados cada viernes. Le digo que es “Queloide” de Carla García.

La chica se ríe y me dice que su ex es uno de los mejores amigos de esta escritora cuyo libro me ha creado adicción. Me dice que para en Sweet Garden de Miraflores y que puedo ir a importunarla allí a ver si me firma un autógrafo. Yo le digo que quiero entrevistarla porque la admiro. La admiro, pues, sí….no me mires con cara de QUÉCHUCHAHABLASBROEEEER (métele 3 “e” porque de seguro eres de La Molina).
Me preguntas, joven sexy de pantalones arrancables, por qué la admiro si solo tiene un libro. Yo le pregunto que a quién debería admirar, ¿a Vargas Llosa o a Bayly?. Me mira avergonzada, nota mi admiración sincera por una escritora no tan laureada y no tan cuerda, mucho más franca que su fanatismo por Lady Gaga y Justin Bieber.
En mi Facebook hay muchas fotos con famosos, después de Andrea Echeverri, La Tigresa y Simone Simons, poco me entusiasman las demás imágenes, mi verdadera celebridad me espera en alguna parte de Lima fumando y esperando que vaya a sobornarla con pastillas de chocolate La Ibérica, a ver si así me miras, a ver si así me firmas mi libro para subir tu firma a mi Face y sentirme más ridículo de lo que ya…
Voy por mal camino supongo, pero estoy más cerca de encontrarte ahora que un amigo anónimo y bendito me ha dado tu número de celular. En algún momento me armaré de valor para agradecerte por ser mi inspiración y para recriminarte que te hayas ido con Monique Pardo frustrando mi  primer intento de entrevista. Hasta entonces, Queloide.

miércoles, 2 de marzo de 2011

No pienses, escucha

"La gente ya no quiere oir a Arjona preguntar cómo deshacerse de ti si no te tiene, o a Gloria Estefan decirnos que hoy va a vernos de nuevo para que le susurremos en nuestro silencio cuando la veamos llegar. Ni cagando, la gente quiere oir a una excéntrica anciana vestida de gato diciéndonos lo bonito que es Israel, aunque jamás lo haya pisado o lo pise jamás."




Mi buen amigo José Luis, un talentoso músico con una voz envidiable, da vueltas sobre su sitio indignado faltando unos escasos minutos para salir a escena. Está notoriamente indignado y yo le pregunto por qué. Su enojo se torna en risa para decirme que no puede creer que, siendo compositor, autor y cantante como muchos otros talentos peruanos, no logre el mismo reconocimiento y difusión que un infeliz que un día se le ocurrió decir PA PANAMERICANO.

Luego de reirme escandalosamente, me puse a pensar en cuál es el secreto de estas pegajosas canciones que, pese a no tener el menor sentido, sacuden nuestra mente y captan millones de adeptos en el YouTube.

La gente ya no quiere oir a Arjona preguntar cómo deshacerse de ti si no te tiene, o a Gloria Estefan decirnos que hoy va a vernos de nuevo para que le susurremos en nuestro silencio cuando la veamos llegar.

Ni cagando, la gente quiere oir a una niña de 15 años decir que aún muere por la tetita de su madre, o a una excéntrica anciana vestida de gato diciéndonos lo bonito que es Israel, aunque jamás lo haya pisado o lo pise jamás.

Abre tus oídos y cierra tu mente, que aquí están los 7 pasos para alcanzar la fama con una canción increiblemente bizarra.

1) Piensa en una frase sin mucho sentido para tu coro, trata de que no sea muy larga o a la gente no se le pegará. Si te pican las pelotas o quieres matar a tu vecino y tienes ganas de decirlo, ya tienes una muy buena idea.

2) No se te ocurra pensar. Como me dijo una vez el gran Cucho de los Auténticos Decadentes en el recibidor del Hotel María Angola: "Canta, no pienses, la gente quiere bailar, saltar, no pensar, ORISHINAL ORISHINAL"

3) Llama a unos amigos y canta tu resultado final: si no te dicen que es increiblemente estúpido, tira tu creación al tacho y empieza de nuevo.

4) Si no tiene ritmo, es mucho mejor, tus estrofas no tiene que rimar, ni sonar musicales ni coordinadas. Cito el ejemplo de Mariflorcita del Perú,el cual podrán oir en el segundo 38 de este video. Claro, si soportan la insufrible voz del animador típico de toda canción folklórica.




5) No lo hagas por hacerte famoso o no funcionará. Solo produce el tema sin sentido alguno, diviértete, déjalo salir. Como dicen mis hermanos Tito y Sergio, músicos bizarros de corazón, siente el GROVE o GRUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUF.

6) El video de tu tema no tiene que ser acorde a la canción, bien podrías usar monos, bailarines o cualquier cosa que no tenga la más puta relación con lo que estás cantando. El más notable ejemplo es "En tus tierras bailaré", pues nos seguimos preguntando qué tiene que ver ISRAEL con EL PARQUE DE LAS LEYENDAS. Como diría un gran amigo mío: "Que chucha, pegó".


Finalmente, queridos lectores, una muestra de hasta donde pueden llegar estas canciones en nuestro inconsciente, sino preguntémosle a Carlín.

Archivo

De la selva, su Nutria

La moto acelera por la carretera bajo un sol infernal, más ardiente que la lava, pero no más que sus corazones a mil por hora. M...