martes, 15 de febrero de 2011

Para no dejarte ir

"Para no dejarte ir me aferro cada noche a lo que aún me queda de ti en la cabecera de mi cama: un trozo de metal frío, una promesa sin romperse, un signo de interrogación cruel y enorme flotando sobre mi cabeza como los cubos sorpresa del videojuego de Mario Bros."


Para no dejarte ir he tenido que aprender otros idiomas, porque el castellano nos resulta letal desde hace buen tiempo. Me sorprende el poder de los lenguajes en código, pues reflejan el ingenio de las almas para vencer sus propias limitaciones.
Para no dejarte ir he tenido que lamer la pared salada del desengaño y aprender con lágrimas que lo que se inicia precipitadamente se esfuma antes de que puedas acostumbrarte. Lo llaman ser estúpido, yo lo llamo aprender.
Para no dejarte ir miro tu foto (nuestra foto) y no me lo termino de creer: ha pasado buen tiempo de aquella imagen, pero estoy seguro de que la mirada que teníamos en el momento de tomárnosla no ha cambiado en absoluto hasta hoy. Lo dudo, otra mitad, lo dudo.
Para no dejarte ir me he acostumbrado a ver tu rostro las 24 horas del día, podemos cerrar los ojos con facilidad, pero requiere un mayor esfuerzo hacer lo mismo con la mente y el corazón.
Para no dejarte ir guardo tu grito de auxilio en Arial 11 y stickers de Garfield dentro de una maleta antigua, de esas de doble broche donde guardas los trozos de un descuartizado para tirar los restos al mar y ocultar la evidencia, aunque luego vuelva a la orilla para que veas lo buena que es discutiéndole al tiempo y lo imperfectos que algunos crímenes son.
Para no dejarte ir he aprendido a no oír lo que dicen de ti hasta hoy, sustituyendo la ira por lástima ante palabras que reflejan heridas o celos. Siempre he valorado lo que se sabe sin decir por encima de lo que se dice sin saber. En ese sentido, tú y yo sabemos mucho.
Para no dejarte ir he aprendido a escuchar a cantantes perfectamente desconocidos para mí, pero que suelen ser acertados en sus letras. De entre todos ellos, una americana de nombre chino que no recuerdo (porque me resulta igual al resto de chinos del mundo) pero vaya que tiene razón:
 “And though they say it's possible
To me, I don't see how it's probable
I see the course we're on spinning farther from what I know
I'll hold on
Tell me that you won't let go
”.
Para no dejarte ir me aferro cada noche a lo que aún me queda de ti en la cabecera de mi cama: un trozo de metal frío, una promesa sin romperse, un signo de interrogación cruel y enorme flotando sobre mi cabeza como los cubos sorpresa del videojuego de Mario Bros.
Para no dejarte ir escribo estas líneas malditas, que no terminan de quedarme bien, como tu adiós, como nuestra historia.

2 comentarios:

No eres tú, son ellos.

Archivo

De la selva, su Nutria

La moto acelera por la carretera bajo un sol infernal, más ardiente que la lava, pero no más que sus corazones a mil por hora. M...